domingo, 23 de octubre de 2011

¿Qué es aprender?



¿Qué es aprender?

Aprender es adquirir, manejar y reproducir información, proporcionando respuestas a situaciones nuevas o modificando respuestas anteriores. Aprender significa una modificación de la conducta, osea, ser capaz de actuar en forma distinta a la anterior, frente a un problema. En otras palabras, el aprendizaje es un proceso activo y complejo que cambia tu manera de pensar, sentir y actuar en función de metas precisas.

Aprender requiere de una constante fuerza motivadora interna para que se realice. Si no sientes interés, osea si no estás motivado para la acción, todo tu esfuerzo se perderá en la nada. Por lo tanto, es fundamental que clarifiques las metas que te has propuesto y decidas cumplirlas. Podrás darle preferencia a alguna y proponerte lograr las otras a continuación, pero, en todo caso, ten presente que   toda actividad sin un propósito definido que te comprometa está destinada al fracaso.  

Trata de conocer tus propias habilidades, limitaciones y necesidades personales en el campo de los estudios, establece claramente qué es lo que te propones lograr y luego dedícate a ello con ahínco.

Comprende que el aprendizaje debe ser profundo, ya que, efectuado superficialmente no tiene validez y significa un derroche de tiempo y esfuerzo. Si asimilas verdaderamente lo estudiado y no te conformas con haber memorizado ciertas materias para pasar un examen u obtener una nota, sino que lo aprendido pasa a ser parte de ti mismo, entonces se produce el "crecimiento interior" que te dará dominio sobre algún aspecto de la vida. Esta clase de crecimiento debe producirse en todas las etapas de tu existencia y llenar todo tu ser. Aprender es, en cierta manera, cambiar hacia algo mejor. Te invitamos a aprender, es decir, a "cambiar creciendo interiormente".

Además, debes comprender que   tú mismo puedes fomentar tu propio deseo de aprender.   Disfrutarás de tus estudios en la medida que:
a)
Pongas todos tus sentidos y tu mente en la tarea de incorporar nuevas ideas y experiencias para ser capaz de usarlas, o bien, de modificar otras adquiridas anteriormente.
b)
Formules preguntas constantemente sobre lo que lees y escribes, tratando de dar una respuesta correcta a cada una de ellas.
c)
Trates de establecer los principios, las ideas básicas y centrales de cada tema abordado, y ...
d)
Descubras relaciones constantes entre los nuevos temas de estudio y tu propia experiencia.

 Destrezas básicas para el aprendizaje.

¿Cuáles son los procesos fundamentales para que una persona aprenda algo?

Los estímulos sensoriales y la reacción a ellos.

Sabemos que desde el inicio de la vida el individuo empieza a aprender. Escucha algo, siente que alguien lo palpa, se ajusta a los cambios de posición. Al instante de nacer, percibe el cambio del ambiente, luz y sombra, frío y calor, aprende a respirar por sí mismo, percibe algún olor especial. Todos sus sentidos se abren a la vida, a un medio distinto, al cual debe aprender a adaptarse.

He aquí el punto de partida para las destrezas básicas del aprendizaje. Escuchar, leer, hablar, escribir, sumar, restar, multiplicar y dividir, manejar el diccionario, usar la biblioteca, manejar bibliografía
Planificación general del estudio.

Una de las medidas básicas para asegurar el éxito en los estudios y el logro de los objetivos que persigues, es saber organizar tus propias actividades.

Para ello conviene que te preguntes: ¿Qué temas debo estudiar?  Para qué lo estudiaré? ¿Cuánto tiempo le dedicaré al estudio? ¿A qué hora lo haré? ¿Dónde estudiaré? ¿Cómo organizaré cada sección de estudio?

Analicemos una a una estas interrogantes y sus posibles respuestas. Escoge entre las sugerencias aquellas que mejor correspondan a tus inclinaciones, posibilidades o necesidades personales.
¿Qué significa leer?
Significa interpretar un sistema convencional de símbolos que nos comunican cierta información. Estos símbolos incluyen la palabra impresa, los signos de puntuación, los aspectos intermedios, las cifras, los cuadros, gráficos, fotografías, ilustraciones de cualquier tipo, mapas, fórmulas, abreviaturas, siglas, etc. contenidas en un texto.

Para los fines de estudio personal y del autoperfeccionamiento profesional posterior es muy importante aplicar una buena técnica para aprender a leer con comprensión y mayor rapidez, transformando la lectura en un proceso realmente activo.

Recomendamos aquí los siguientes pasos, antes de iniciar la lectura de cualquier texto


1. Pasos antes de iniciar la lectura
Recomendamos aquí los siguientes pasos, antes de iniciar la lectura de cualquier texto:
a)
Obtener una visión global de su contenido.
b)
Plantearse algunas preguntas cuya contestación se espera obtener después de la lectura más detenida.
c)
Realizar la lectura estableciendo las ideas principales y tratando de recordarlas,
d)
Revisar todo el conjunto.
Una forma de ubicar los detalles importantes de un texto es  reconocer las claves usadas por el autor  para guiar al lector en el proceso de la lectura. Pueden usarse símbolos ya sea verbales o visuales, tales como:
a)
palabras impresas en tipo cursivo o en negrita; palabras subrayadas;
b)
frases como las siguientes:
    En primer lugar, ...  Sin embargo, ...  Por lo tanto, ...
    Por otro lado, ... Por ejemplo, ... En consecuencia, ...
    etc.
El autor se vale de estas expresiones para introducir detalles, opiniones opuestas, reforzar argumentos, dar cualidades o condiciones, enfatizar la idea central o conducir al lector a una conclusión. Ellas actúan como puente de unión entre un argumento y otro y ayudan al lector a reconocer las ideas importantes y los detalles significativos.

Las ilustraciones tales como gráficos, diagramas, esquemas, tablas, diseños, fotografías, etc., incluidas en un texto siempre cumplen un propósito definido cual es completar la información escrita. Por lo tanto, es imprescindible considerar e interpretar todo este material ilustrativo de apoyo que --repetimos-- no es un adorno sino un complemento indispensable.

Un gráfico permite comunicar en forma bastante sintética y clara una información que requeriría una larga explicación verbal. Por lo tanto, si no interpretas el gráfico, te quedarás sin la información.

A medida que surjan los problemas de comprensión deberás abordarlos, releyendo detenidamente el párrafo o estudiando el gráfico; si no logras resolver la dificultad solo, recurre a un compañero con mayor experiencia, consulta a un profesor ayudante, al propio catedrático, pregunta a un funcionario de la biblioteca, etc., pero no dejes sin resolver el problema que se te ha planteado. 

Acostúmbrate, pues, a no obviar las dificultades, ya sean estas gráficas o verbales, que la lectura te presente, pues ello te hará perder confianza en ti mismo y disminuirá tu capacidad de comprensión

Ser un lector escéptico
Ante el inmenso avance del conocimiento experimentado en todos los campos del saber, conviene ser un lector escéptico, en el sentido de analizar lo que se lee para descubrir la razón del autor al emitir sus juicios. Hay que descubrir las limitaciones, contradicciones y argumento que apoyan o refutan determinadas ideas o planteamientos. Es imprescindible que apliques tu espíritu crítico al proceso de la lectura.

Te sugerimos que para ello te habitúes a  preguntarte constantemente al leer: 
a)
¿Tendrá el autor toda la razón en los argumentos que hace?
b)
¿Llegó el autor a conclusiones lógicas en relación con los hechos que presenta?
c)
¿Hay concordancia entre las conclusiones que emite y las de otros autores igualmente prestigiados?
d)
De acuerdo con mi experiencia, ¿tengo argumentos para aceptar o rechazar las conclusiones a que ha llegado el autor? ¿Cuáles serían estas?
Habitúate a discutir en forma crítica algún capítulo o libro que hayas leído con tus compañeros, aplicando la técnica sugerida.


La lectura más rápida Son 4 las  fallas que se asocian con una lectura deficiente:
Un limitado margen de reconocimiento, fijaciones excesivas, regresiones frecuentes y vocalizaciones
Para entender por qué una persona lee más rápido que otra, hay que considerar las operaciones que realizan la vista y el cerebro al leer.

Sabemos que los ojos se desplazan de izquierda a derecha en el proceso de la lectura, captando el texto en tramos, haciendo movimientos como saltitos intermitentes y deteniéndose para que el cerebro vaya reconociendo las palabras  (fijaciones) . En cada fijación se pueden percibir en forma clara sólo cuatro letras, aproximadamente. Las palabras a cada lado de estas cuatro letras, estarán fuera de foco y, por lo tanto, se ven menos claras aunque el cerebro no deja de percibirlas.


El número de palabras que se pueden reconocer en cada breve detención o fijación de la vista, constituye el margen de reconocimiento de cada persona, que puede variar desde una palabra hasta una línea entera, pudiendo --en ese caso-- leerse rápidamente a lo largo de la hoja impresa. Mientras más grande sea el margen de reconocimiento, menor número de fijaciones se necesitarán y más rápida será la lectura. El problema de los lectores lentos es que su margen de reconocimiento es pequeño, de modo que se retrasan en la lectura por la gran cantidad de fijaciones que deben hacer.


 Regresiones  son los movimientos que los ojos deben hacer hacia atrás en las líneas, cuando el lector se da cuenta de que no ha entendido el contenido de esa línea. Un lector lento suele hacer dos regresiones por línea, mientras que un buen lector no necesita hacer ninguna.


 Vocalización . En los primeros pasos del aprendizaje de la lectura, el lector va repitiendo las sílabas o palabras que lee. En la lectura normal, el lector lee en silencio, pero el mal lector generalmente persiste en enunciar las palabras en voz alta. Esto, por supuesto, retrasa la lectura y entorpece la velocidad.

En general, cuesta leer mas de 125 palabras por minuto en voz alta, mientras que un lector promedio puede leer silenciosamente más de 150 palabras por minuto de un texto que requiere cierta concentración y hasta 160 palabras por minuto si se trata de una lectura recreativa, como una novela o una revista.


Corregir posibles fallas
Obsérvate a ti mismo al leer y si compruebas que adoleces de estas fallas trata de corregirlas con alguna de las siguientes medidas:
1.
 Asegúrate de que no tienes ningún defecto visual  para realizar una lectura normal. Si lo hubiera, recurre a un oculista.
2.
Aprende a  no vocalizar las palabras al leer,  lo que se consigue, en un comienzo, mediante un esfuerzo consciente. Puedes ayudarte sosteniendo entre los labios una hoja de papel o un lápiz para obligarte a no vocalizar.
3.
Al leer,  subdivide las líneas en tramos  que corresponden a unidades conceptuales o margen de reconocimiento. Cada uno debería abarcar una unidad completa de pensamiento. Esta debe estar constituida por un sustantivo modificado por un adjetivo; un verbo acompañado por un adverbio; una frase breve, etc. Por ejemplo:

¿Cuáles son las unidades de pensamiento en la frase que estás leyendo ahora?

¿Cuáles son - las unidades - de pensamiento - en la frase - que estás leyendo ahora?

Si eres buen lector, habrás abarcado dos o más unidades en cada fijación.

Recuerda que al ubicar las unidades de pensamiento se aumenta el margen de reconocimiento y la lectura se hace más rápida.
4.
 Practica una lectura veloz , manteniéndote alerta al propósito que persigues, y fuerza la vista a avanzar más rápidamente a lo largo de la línea, osea, aumenta tu margen de reconocimiento. No retrocedas para fijarte en lo que no hayas percibido muy bien.

Así entrenarás tanto tu vista como tu cerebro para realizar el proceso con velocidad creciente y mayor efectividad en la comprensión.
5.
 Incrementa tu propio vocabulario.  Para comprender las ideas de los demás, expresadas oralmente o por escrito, y poder comunicarte tú mismo con fluidez, es esencial poseer un vocabulario amplio. El número de palabras que reconocemos a través de la lectura o el lenguaje hablado, constituye el vocabulario pasivo y excede en gran medida al que usamos diariamente al hablar o al escribir. Este último constituye nuestro vocabulario activo, el que se irá ampliando en la media en que aumentes tu lectura y tu experiencia de escuchar y de usar las palabras con el significado preciso.
Sugerencias y recomendaciones
Te sugerimos 5 maneras o etapas para incrementar sistemáticamente tu vocabulario:
a)
Aprende algunas nociones de etimología, reconoce algunas raíces griegas y latinas que sirven de base a un gran número de palabras científicas.
b)
Localiza palabras nuevas o desconocidas, confecciona una lista de ellas y anota sus significado en un contexto representativo.
c)
Utiliza las palabras nuevas cuanto antes, al leer o al escribir.
d)
Intensifica tus lecturas sin limitarte a temas de tu preferencia o especialidad, y ...
e)
Haz un glosario de palabras y expresiones técnicas usadas con frecuencia en el área de especialización de estudio o de trabajo sobre el cual versan tus lecturas.
Si deseas mejorar tu lectura, te recomendamos además:
a)
Practicarla con frecuencia a una hora determinada para ir formando el hábito.
b)
Comenzar por lecturas amenas, de fácil comprensión y pasar luego a otras más complejas.
c)
Confeccionar un esquema de las ideas que recuerdas después de haber leído un artículo o un capítulo.
d)
Releer el texto para verificar qué ideas o detalles importantes omitiste, y ...
e)
Continuar ensayando con textos de creciente complejidad, en un tiempo determinado, para comprobar tu progreso en cuanto a comprensión y rapidez de lectura.



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